Frase: Y el cíclope agitaba salvajemente su gran mazo.
El cíclope, del griego Kýklops. Su nombre significa «círculo» y «ojo». En total, existieron tres generaciones de cíclopes, pero nos centraremos fundamentalmente en la primera, que posiblemente sería la más conocida. Podemos decir que estos gigantescos seres con un ojo en la frente nacieron de la unión entre Gea y Urano. Sus nombres eran los siguientes: Brontes, Estéropes y Arges. El padre de estos, temeroso de que llegaran a usurparle el trono, los encerró en las oscuras profundidades del Tártaro hasta que finalmente Crono, otro hijo de Urano y Gea, los liberó junto con los Hecatónquiros y los Gigantes, ayudándolo a derrotar a su padre.
El poeta griego Hesíodo, autor de la obra Trabajos y días, se refiere a ellos como fuertes, testarudos y de «bruscas emociones». Esta conocida criatura aparece en un pasaje del famoso libro de la Odisea, de Homero. En este caso, el cíclope referido es Polifemo, hijo de Posidón y la ninfa Toosa. El héroe Ulises, rey de Ítaca, se encontró con él en cierto punto de su travesía y quedó atrapado en la cueva de este junto con sus compañeros. Para escapar, maquinó un plan: hizo que Polifemo bebiera vino hasta acabar dormido, pero no antes sin preguntarle como se llamaba. Ulises, sospechando que en la isla vivían sus otros hermanos, respondió que su nombre era Nadie. Finalmente, el cíclope se durmió y el héroe aprovechó para clavar una estaca en su único ojo. Como era de esperar, encolerizado, pidió ayuda a sus otros hermanos, afirmando que «Nadie» le había atacado. Creyendo tratarse de una broma, no acudieron a él y Ulises escapó.
Sara Bernad.
El Legado de Apolo 