Antes de ir al grano, os haré una introducción referente a éste emblemático edificio. El Palacio de Versalles es un edificio que desempeñó las funciones de una residencia real en siglos pasados.
Siendo un edificio de tal envergadura, su construcción se llevó a cabo por varias fases. Resumidamente, son las siguientes:
Primera fase (1661- 1668): Palacete de caza al que se añadieron dos alas laterales que, al cerrarse, conformaron la plaza de armas. Son fachadas de ladrillo y unifica la cubierta usando también la pizarra y las mansardas.
Segunda fase (1668- 1678): Luis XIV pretende trasladar definitivamente la corte a Versalles. Se añaden las dos alas laterales para dar prioridad visual al jardín.
Tercera y última fase (1678- 1692): En esta ampliación, realizada por Mansart, se construyó la capilla real en el Ala Norte del Palacio.
Ahora bien, dicho esto, me centraré en el aspecto más importante, específicamente la gran variedad y riqueza ornamental que posee el palacio, ya que un tanto por ciento muy elevado es de carácter mitológico.
He aquí una prueba con esta imagen: El estanque de Apolo.
Si os interesa, echen un vistazo a esta página para más información.
Sara Bernad
El Legado de Apolo 