Krelia, la amazona desterrada (IX)

Poco a poco, iba recobrando el sentido. Fue abriendo los ojos. Ladeaba la cabeza, desorientada. Una punzada en la cabeza la hizo despertar por fin. Apretó los dientes, dolorida. Notó algo cálido en su mejilla. Un hilo de sangre le caía de la sien. Quiso tocarse la zona afectada, pero no pudo. Se dio cuenta que estaba amarrada de las manos en un poste. Verificó su entorno. Era el campamento. A escasos metros había una hoguera, ¿ pero dónde estaban las demás ? Oyó pasos tras de sí. Se puso alerta.

– Soy yo – dijo la voz

Era Tea. Llevaba una daga con la que desató a Krelia. Una vez de pie, se sobó las muñecas. Luego encaró a su compañera con mueca de enfado

– ¿ Dónde están las demás ? ¿ Y Syra ? – parecía que la fuera a fulminar con su mirada

Tea se cruzó de brazos

– Cuando te desmayaste, Syra nos reunió para hablar de lo ocurrido. Entre todas intentamos llegar a un acuerdo. Y ya está decidido: Vete y no vuelvas. Mañana al alba, debes partir. Ha jurado que te perseguirá hasta el fin para acabar contigo. No solo ella, también las demás… – le puso una mano en el hombro – y yo.

Krelia le apartó el brazo

– Voy a arreglar todo esto – ya había pasado por su lado cundo Tea la agarró del brazo, intentando detenerla.

– ¿ Para que te mate ? ! No seas insensata !

– !¿ Qué sabrás tu cómo soy yo !? ! No intentes detenerme o si no… – cayó, apretando los puños

– ¿ O si no…qué ? – no reflejaba ningún tipo de emoción – Sé como eres, Krelia. Nos conocemos desde pequeñas.

Krelia iba a hablar pero no la dejó.

– Hazme caso y vete. Y por favor…procura sobrevivir. Porque si no lo haces…nunca te lo perdonaré – y se fue, desapareciendo en la oscuridad

Krelia se quedó allí. Suspiró. Su vida había dado un cambio tan repentino que le costaba asimilar. No tenía alternativa. Debía huir.

A partir de ahora, era una desterrada

CONTINUARÁ…

Sara Bernad

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